Joe yacía allí, su estado empeoraba a medida que la luz disminuía. Su esperanza parecía desvanecerse con la puesta de sol, y el descenso de la temperatura le provocaba escalofríos incontrolables. El creciente frío en el aire aumentó el sufrimiento de Joe, su cuerpo temblaba en respuesta al frío.
La multitud seguía pasando a su lado, sus rostros iluminados brevemente por las farolas antes de desaparecer en la creciente oscuridad. Cada transeúnte sólo le dirigía miradas fugaces, su atención rápidamente desviada por sus propias preocupaciones.