¿Alguien puede ayudar? Un hombre herido se desploma en una calle atestada de gente

A pocos metros de la conmoción, un solitario vendedor ambulante estaba de pie detrás de su carrito de comida, repleto de coloridos aperitivos y platos humeantes. El vendedor, un hombre de mediana edad de rostro curtido y manos callosas, dirigió una mirada preocupada hacia la figura tendida de Joe en la acera.

Sus ojos reflejaban una profunda empatía nacida de años de experiencia. Había presenciado innumerables escenas en las que los transeúntes ignoraban a personas en apuros, y sus propios intentos de intervenir en el pasado se habían topado a menudo con la resistencia o la indiferencia. Esta historia le pesaba y le hacía dudar.