Una cita llevó a otra y pronto empezaron a verse con regularidad. Chloe, al contrario que Heather, parecía de fiar. Sin embargo, sólo el tiempo revelaría toda la historia…
La idea de irse a vivir juntos se hacía realidad para la pareja. Tras un año de felicidad, su futuro parecía prometedor. Apenas pasaban noches separados, así que lo siguiente lógico era vivir juntos oficialmente.