Niveles de batería, grupos de altavoces y redes de cámaras: todos estaban presentes, despiertos y esperando instrucciones. Estaba claro lo que tenía que hacer ahora. Unos pocos clics y ajustes le darían el resultado que quería.
Tragó saliva. No quería un juicio. Quería un final que llegara rápido, sin heridos, con una lección grabada más profundamente que una sentencia. Se imaginó la sonrisa satisfecha de su tía evaporándose. Se imaginó a su tío pronunciando mal habeas algo mientras corría por el césped en zapatillas caras.