Las palabras parecieron cortar la tensión. Los padres de Grace intercambiaron una larga mirada y sus expresiones severas se suavizaron. Tras un largo silencio, su padre habló por fin, con voz más tranquila. «No estamos de acuerdo con cómo has manejado esto, Grace. Pero somos tus padres. Os apoyaremos a ti y a tu hijo»
En las semanas siguientes, la familia de Grace empezó a adaptarse a la nueva realidad. Aunque la aceptación fue lenta, acabaron aceptando al hijo de Grace como su nieto. Grace también encontró fuerzas en los recursos del refugio y en el apoyo inquebrantable de Brenda, labrándose un camino hacia la estabilidad y la independencia.