Un hombre encuentra un gato a punto de congelarse, ¡pero lo que escondía bajo el vientre es increíble!

Alan se apresuró a entrar y se dirigió directamente al congelador. Cogió una bolsa de atún en lata, con la esperanza de que el tentador olor alejara al gato. Envolviéndose la mano en una manta gruesa para protegerse de posibles mordiscos, se dirigió rápidamente a la cocina, endureciendo su determinación a cada paso.

Rebuscó en la despensa hasta que su mano se posó en la caja de atún. Rápidamente vació el contenido de la lata en un plato. El penetrante aroma del atún llenó rápidamente el aire, llenando de esperanza el ánimo de Alan. Recogió el plato con cuidado y se adentró en la gélida noche, desafiando a los elementos con renovada determinación.