Su alivio momentáneo pronto fue sustituido por un miedo inquietante. ¿Qué ocultaba realmente el gato? La nieve se espesó y Alan sintió de nuevo el peso de la urgencia. Fuera lo que fuera, tenía que salvarlo antes de que llegara la tormenta.
Alan se sentó junto a la ventana y la nevada se convirtió en una constante cortina blanca. Sentía una punzante sensación de impotencia, la urgencia de la situación pesaba sobre él. Sin saber qué hacer, cogió el teléfono y llamó a la protectora de animales local.
