Dos osos la llevaron al bosque: lo que encontró fue devastador

En cuarenta y ocho horas encontraron al cazador furtivo escondido en un cobertizo abandonado a las afueras de la ciudad. Las pruebas que Evelyn había reunido -el diario, la red, el campamento- eran más que suficientes. Lo detuvieron acusado de captura ilegal, acoso a la fauna salvaje y posesión de equipo de captura prohibido. Evelyn no volvió al bosque esa semana.

No lo necesitaba. A veces seguía pensando en el cachorro, en su pelaje pálido que brillaba bajo la suave luz, en sus ojos asustados, en la forma en que se había enterrado en el costado de su madre. Se preguntaba si seguirían ahí fuera, en lo más profundo del bosque, lejos del alcance humano.