Las aguas se tragaron su casa, pero con ellas flotó algo aterrador.

«Hemos llegado Sólo estamos nosotros dos» Gritó Aditya. Uno de los soldados, un capitán, le contestó: «El agua empezará a drenar pronto. Volveremos a por vosotros. Esperad, sólo tardará una hora o dos» Aditya asintió, sintiendo que se le quitaba un pequeño peso del pecho, pero el alivio duró poco.

«¡Hay algo más!», gritó. «Hay una serpiente en la casa. Una enorme. Se ha tragado algo y se ha quedado atrapada bajo el agua» Los soldados intercambiaron miradas y sus rostros se volvieron serios. Estaba claro que se trataba de algo más que un rescate rutinario.