Tanner escuchó atentamente mientras Iqaluk continuaba: «Se suponía que volveríamos a casa al cabo de un año, pero el barco nunca llegó. Al principio, pensamos que sólo se había retrasado. Pero los días se convirtieron en semanas, y luego en meses. Los científicos no estaban preparados para lo que vino después»
«Nuestras raciones y suministros médicos empezaron a escasear y pronto sucumbieron a las enfermedades y a las inclemencias del tiempo» Iqaluk se secó las lágrimas. «Llevo aquí casi un año. Viviendo de lo que encontraba, rebuscando entre lo que quedaba»