Una mujer vendió el anillo que le regaló su ex. Cuando el joyero lo vio, ¡no podía creer lo que veía!

Ethan fue arrastrado, sus gritos resonaron mientras los agentes lo escoltaban fuera del bar. Los murmullos y las miradas de los curiosos pasaron a un segundo plano mientras Kiara permanecía sentada en silencio, con el pecho agitado. Sintió alivio, incredulidad y una extraña sensación de calma. Se había enfrentado a sus miedos y había ganado.

En los días siguientes, Kiara empaquetó su vida en cajas y dejó atrás SilverMoore. La ciudad que una vez fue tan prometedora, pero que más tarde se convirtió en una prisión de angustia, era ahora sólo un recuerdo. Se mudó a un nuevo lugar, uno que simbolizaba la esperanza, el crecimiento y la vida que estaba dispuesta a reconstruir.