Una mujer vendió el anillo que le regaló su ex. Cuando el joyero lo vio, ¡no podía creer lo que veía!

Antes de que Kiara pudiera reaccionar, el ambiente tranquilo del bar estalló en caos. Las puertas se abrieron de golpe con un estruendo ensordecedor, haciendo que las cabezas giraran alarmadas. Las sombras de los agentes uniformados se extendieron por la sala en penumbra mientras entraban a grandes zancadas, con movimientos rápidos y deliberados, rompiendo la frágil calma.

En unos instantes, los agentes rodearon a Ethan. Se quedó paralizado, su bebida se le escapó de las manos y cayó al suelo. «Ethan Thompson, queda detenido», dijo con firmeza el agente Davis, colocándole las esposas en las muñecas. El bar se llenó de murmullos, y los gritos ahogados se extendieron entre la multitud a medida que el peso del momento se hacía sentir.