A medida que pasaban los minutos, la tensión en el bar se hacía palpable para todos los que estaban al tanto. Kiara vio por fin su oportunidad cuando Ethan mencionó su afición por los tesoros únicos. «Hablando de tesoros, siempre me he preguntado dónde encontraste el anillo de esmeralda que me regalaste Era tan hermoso, diferente a todo lo que he visto»
Ethan soltó una risita nerviosa ante la pregunta de Kiara, y sus dedos juguetearon con el borde de su vaso. «Oh, ¿ese anillo?», dijo, evitando su mirada por un momento. «Era… una pieza única, ¿verdad? Digamos que siempre he tenido el don de encontrar tesoros en lugares inesperados»