Una mujer vendió el anillo que le regaló su ex. Cuando el joyero lo vio, ¡no podía creer lo que veía!

Kiara pasó la mañana preparándose para la operación, con los nervios a flor de piel a medida que se iba haciendo a la realidad. Tras la última reunión informativa con los agentes, cogió el teléfono y escribió un mensaje a Ethan. «Hola, cuánto tiempo. ¿Te apetece tomar una copa?» Pulsó enviar y contuvo la respiración.

Su teléfono zumbó casi al instante. «¡Kiara! He estado pensando en ti. Me encantaría ponernos al día. ¿Cuándo y dónde?» Su impaciencia saltó de la pantalla, haciendo que se le revolviera el estómago. Incluso a través del texto, podía sentir su esperanza, su anticipación por el reencuentro. Ella respondió con calma, sugiriendo su antiguo bar habitual, un lugar que sabía que podría bajar su guardia.