A Kiara se le revolvió el estómago al pensar que volvería a ver a Ethan. No había hablado con él desde su dolorosa ruptura, y ahora tenía que enfrentarse a él en circunstancias tan tensas. La idea de enfrentarse a él con acusaciones sobre el anillo la llenaba tanto de temor como de determinación.
Se sentó en silencio un momento, con los pensamientos desbocados. Los riesgos eran innegables, pero también lo era la oportunidad de limpiar su nombre y salir de aquella pesadilla. Respiró hondo y calmó los nervios. «Lo haré», dijo, con voz firme a pesar del miedo que la atenazaba.