Un león fugado paraliza la ciudad – Lo que ocurre al final deja a todos atónitos

La desesperación de Tom hervía. Irrumpió en la barricada policial, exigiendo que le escucharan. «Se dirige hacia Nyla, ¡la estáis poniendo en vuestro punto de mira!» Los agentes se lo llevaron a rastras. Los periodistas captaron su arrebato y los titulares lo tergiversaron: El cuidador del zoo culpa a la policía de la fuga de un león. Pero su determinación se endureció. Sólo él comprendía su camino.

La cuenta atrás era inminente. La línea de Sahara se estrechaba, cada paso la acercaba al perímetro del zoo. La multitud se multiplicaba, las barricadas se tensaban, los rifles brillaban bajo los focos. La ciudad se preparaba para lo inevitable. Y Tom lo sabía: cuando llegara a Nyla, el enfrentamiento podría explotar.