Un león fugado paraliza la ciudad – Lo que ocurre al final deja a todos atónitos

La casi captura aumentó la histeria. Algunos residentes abandonaron la ciudad, convencidos de que el desastre era inevitable. Otros se acercaron, decididos a presenciar el desarrollo del drama. Las multitudes se agolparon en las barricadas, con los teléfonos inteligentes preparados. Sahara se convirtió en la estrella reticente de Oakridge, y cada uno de sus pasos fue retransmitido, analizado y sensacionalizado. El teatro de la humanidad se tensó en torno a ella.

El día señalado para el intento de captura, Oakridge enmudeció. Los focos enmarcaban la estrecha ruta, las radios de la policía silbaban y las cámaras se erizaban en las barricadas. Tom salió a campo abierto, con el corazón palpitante, portando el paño que llevaba el olor de Nyla. Llamó en voz baja, un sonido apenas audible. Sahara apareció al cabo de lo que pareció una eternidad, mostrando las costillas y con los ojos fijos.