Ethan abrió más la bolsa, mostrando la llave deslustrada y retazos de tela. El hombre apoyó una mano en el marco de la puerta, con las rodillas a punto de ceder. «Llevaba esa bolsa a todas partes», murmuró, con voz temblorosa. «Era lo único que me quedaba.
Entonces, una noche… me la robaron. Unos ladrones se la llevaron y pensé que la había perdido para siempre» Sus palabras vacilaron, pero su agarre de la fotografía de sus padres se hizo más fuerte. «Y ahora me la has devuelto»
