Un perro cava un enorme agujero durante 11 horas seguidas y lo que descubre deja a todo el mundo en silencio

Lentamente, sacó la foto rota de la bolsa y la extendió con ambas manos. «Creo que esto le pertenece», dijo en voz baja. Al anciano se le cortó la respiración en cuanto sus ojos se fijaron en la imagen borrosa de una pareja, con los rostros suavizados por las arrugas y el tiempo.

Por un momento no se movió, se quedó mirando, como si el mundo hubiera dejado de girar. Entonces se le quebró la voz. «Son ellos… mis padres» Agarró la foto con fuerza, con los hombros temblorosos. «No había visto esto en… Dios, en media vida»