Después de enviar el mensaje, Emily colgó el teléfono y trató de concentrarse en su día, pero su mente seguía divagando. Se encontró de pie frente a un espejo, ajustándose la ropa y pensando en lo que estaba haciendo.
¿Era demasiado? Tenía muchas preguntas. ¿Estaría preparado George para conocer a Margaret? ¿Estaría dispuesto a conocer su pasado? El zumbido de su teléfono la sacó de sus pensamientos.