A Emily se le cortó la respiración. Era demasiado para asimilarlo. ¿Cómo era posible? El hombre que había estado con ella en el crucero, que se parecía tanto a Luke… era el hermano gemelo de Luke, el que ella nunca supo que existía. Margaret se sentó junto a Emily, con las manos apoyadas en la mesa.
«No te lo dije antes porque no quería sacar a relucir viejos dolores, pero ahora… después de todo lo que has pasado… creo que es hora de que sepas la verdad». Emily parpadeó, conteniendo las lágrimas, y la habitación le dio vueltas al darse cuenta. Dejó escapar un suspiro tembloroso. «¿Está bien si hablo con él? ¿Si le pregunto sobre todo esto?»