Se llama George. Llevamos diez años casados» Diez años. El mismo tiempo que Emily llevaba casada con Luke. El suelo bajo ella pareció ceder y, por un momento, Emily pensó que se desplomaría allí mismo. ¿Cómo era posible?
¿Cómo podía este hombre parecerse tanto a Luke y, sin embargo, no ser él? ¿Cómo podía estar pasando esto? Emily corrió. Sus pies golpeaban el suelo, su corazón se aceleraba a cada paso, su mente era un borrón de incredulidad. Ni siquiera sabía adónde iba, pero sus piernas la llevaron instintivamente por los pasillos abarrotados.