Algo dentro de Ethan, frío y agudo, sustituyó al resentimiento habitual. Por primera vez, quería vengarse. Empezó con pequeñas fantasías durante las pausas para comer. Brad resbalando sobre su propio ego, Brad siendo sorprendido mintiendo en una reunión, o Brad siendo finalmente visto por lo que era. Pero las fantasías no se quedan pequeñas cuando estás sobrecargado de trabajo y eres invisible.
En las copas del viernes, su compañera Claire bromeó: «Tú te encargas de todo su trabajo, de verdad, seguro que también conoces todos sus secretos» Todos, incluido Ethan, se rieron. Pero el pensamiento persistía, brillante y peligroso. Por primera vez, vio la estupidez de Brad no como una carga, sino como una oportunidad infrautilizada. Ethan empezó a pensar en términos de logística.