Un empleado se harta de su odioso jefe y decide vengarse

Cuando por fin Ethan se atrevió a preguntar por el reconocimiento, Brad sonrió satisfecho. «Colega, aprende a jugar. No se trata de hacer el trabajo, sino de poseerlo» Dio unas palmaditas en el hombro de Ethan, como si estuviera enseñando a un niño a montar en bicicleta, y se marchó a comer con la alta dirección.

Unos días más tarde llegó el último clavo en el ataúd. Brad humilló a Ethan delante del equipo por olvidarse de un plazo. «El tiempo es importante, Miller», dijo. Los becarios se rieron. Ethan no dijo nada, pero recordó cómo le habían presionado para que terminara el informe personal de Brad en lugar de éste, incluso cuando le recordó a Brad que se acercaba la fecha límite.