Un perro callejero deja caer una hoja en la tienda todas las mañanas – Un día, el dueño de la tienda lo sigue

Se movió con rapidez, recorriendo con la vista cajones y estanterías hasta que la encontró: una hoja seca y ligeramente enroscada junto al mostrador de caja. Con cuidado, la colocó en horizontal y le hizo una foto. La subió a Google Imágenes. El resultado parpadeó en la pantalla: Hoja de haya americana.

Pedro leyó la descripción con atención. De bordes lisos. Veteada. Ligeramente dentada. Su fruto era una cáscara marrón puntiaguda. No es un árbol que se encuentre en las aceras. Necesitaba espacio abierto. Mucho. Y entonces se le ocurrió, no en un instante, sino con una lenta certeza. Sabía exactamente dónde buscar.