Carol consiguió susurrar: «No es una mala niña» Los ojos del director se suavizaron, sólo ligeramente. «Tú tampoco lo eras. Pero las palabras cambian a la gente. Tú lo sabes mejor que nadie» Carol asintió lentamente, con la culpa presionando hasta que su columna vertebral se curvó bajo ella. El pasado ya no era negable.
El tono del director volvió a endurecerse. «Diane no será expulsada. Pero esta es su última oportunidad. Y la tuya también, como su guía. Enséñale que la crueldad termina donde empieza la compasión» El mensaje golpeó como castigo y misericordia a la vez, atando a Carol a la responsabilidad que había eludido durante tanto tiempo.
