Su madre llevó un vestido de novia a su boda: la reacción del novio la dejó atónita

Su relación se desarrollaba con facilidad, sin los altibajos dramáticos que Ashley había confundido con pasión. Rara vez discutían, se escuchaban a menudo y aprendían las costumbres del otro con discreto afecto. Se sentía madura, equilibrada y tranquilizadora de un modo que la sorprendió.

Cuando Bill le propuso matrimonio, le pareció inevitable de la mejor manera posible, como si simplemente estuvieran reconociendo algo que ya era cierto. No necesitaban grandes gestos; lo suyo era la tranquila felicidad de saber que había encontrado a alguien que la había elegido sin dudarlo.