Su madre llevó un vestido de novia a su boda: la reacción del novio la dejó atónita

Ashley supuso que la distancia era un juicio o una desaprobación silenciosa a la que no podía poner nombre. Se preguntaba si Rowena la consideraba descuidada, demasiado ruidosa o demasiado viva. La idea le escocía, aunque se decía a sí misma que no debería importarle. Aun así, el sentimiento se asentó y endureció con el tiempo.

De vez en cuando, Ashley se preguntaba si su presencia reabría una herida, si le recordaba a Rowena a la hija que nunca llegó a esa edad. Pero cada uno tenía sus propias heridas. Ashley había perdido a su madre cuando aún era una niña pequeña. Tal vez inconscientemente, había esperado de Rowena el calor de una madre, pero no fue así.