Mientras los detectives y Parker trabajaban en las pistas del caso, decidieron que lo mejor era trasladar al oso una vez que el chico despertara. Sería más fácil tener a todos los personajes del increíble drama en un mismo lugar. Anika confirmó que el niño despertaría pronto.
A última hora de la tarde, mientras el hospital se instalaba en el turno de noche, Anika revisó sus notas en la UCI. El niño dormía plácidamente, con el oxígeno bajo pero constante. La lluvia golpeaba la ventana. Abajo, en la bahía, el oso se movió dentro del remolque y sus garras rasparon el metal una sola vez, para tranquilizarnos con su presencia.
