Todo el mundo se queda helado cuando un oso entra en el hospital con un niño en brazos

Los reporteros se enteraron de lo suficiente como para enloquecer. Los titulares gritaban «Oso de circo fugado salva a un niño». El aparcamiento del hospital se llenó de cámaras. Los servicios de seguridad redirigieron el tráfico y acordonaron el aparcamiento de ambulancias. «Trasladaremos al animal esta noche», decidió Parker. «Antes de que alguien decida retransmitir en directo el culto al héroe a través de la valla»

Al anochecer llegó un remolque reforzado. Los trabajadores colocaron paja, instalaron el receptor GPS y forraron la puerta con malla metálica. El oso observó el proceso a través de la valla, tranquilo pero receloso. «El tranquilizante está preparado pero sin usar», dijo Parker. «Lo engatusaremos con el mismo pez que ignoró ayer»