La extraordinaria historia de Rohan pronto se extendió por el mundo de la medicina, apareciendo en prestigiosas revistas y convirtiéndose en un tema de debate en los pasillos de los hospitales. Era el hombre que había «parido» a su gemelo, un testimonio viviente de los fenomenales, casi increíbles, entresijos de la biología humana.
La vida de este humilde granjero, marcada en el pasado por el trabajo y las penurias, se había catapultado al reino de lo extraordinario, iluminando las enigmáticas posibilidades de la existencia.