Un joven oficial estaba fuera, aburrido y mirando el móvil. Arthur se acercó, aún sin aliento. «Hay algo ahí fuera», dijo, con la voz alta por la urgencia. «Cuatro cosas flotantes. Enormes. Con forma de huevo. Una de ellas se movió. Hizo ruido»
El oficial finalmente levantó la vista, enarcando una ceja. «¿Se movió?» Arthur señaló hacia el mar. «A una milla de distancia. Los vi con toda claridad. No son escombros. Uno de ellos giró e hizo un ruido que nunca había oído»