Al pasar, una fuerte salpicadura cayó sobre la página abierta del libro de Claire, deformando el papel al instante. Claire se quedó inmóvil durante un instante, mirando el borde curvado de la página, y luego cerró el libro lentamente. El pulso le retumbaba en los oídos.
Esto podría ser algo sencillo, se dijo a sí misma; una conversación breve y civilizada, no una discusión. Miró hacia la madre, que seguía encorvada sobre su portátil, con el resplandor de la pantalla reflejándose en sus gafas de sol.