Él insistió en que eso demostraba que ella ya le había sustituido con su carrera; ella insistió en que él había dejado de creer en ella mucho antes. El compromiso se vino abajo en una sola noche de acusaciones a gritos y ultimátums lacrimógenos.
Lucas hizo la maleta a las dos de la madrugada y dio un portazo tan fuerte que un cuadro se cayó de la pared. En las semanas siguientes, el apartamento resonó con la ausencia del tintineo de su teclado y el zumbido de su cafetera.