Un hombre fotografía a su mujer embarazada pero ve algo sorprendente en el fondo

La búsqueda parecía interminable, y la interminable arena bajo sus pies parecía un mapa de oportunidades perdidas. Cuando el sol empezó a ponerse, tiñendo el cielo de naranja y rosa, regresaron, ambos muy decepcionados. Fue entonces cuando James lo vio.

Mientras caminaban de vuelta a su coche, James vio algo tirado en el suelo. Medio enterrado en la arena, cerca de su coche, había un viejo y oxidado detector de metales que inmediatamente despertó un destello de reconocimiento. «Esto… ¡Es suyo!», exclamó, cogiéndolo y mostrándoselo a María, que se tapó la boca sorprendida. «Tenemos que encontrarle, devolverle esto y darle las gracias», dijo James, con determinación en la voz.