Un hombre fotografía a su mujer embarazada pero ve algo sorprendente en el fondo

«¿Se pondrá bien? ¿Estará bien el bebé?» Preguntó James a una de las enfermeras, con la voz apenas por encima de un susurro. La enfermera le dedicó una sonrisa tranquilizadora y asintió: «Vamos a cuidar muy bien de ellos»

Cuando las puertas de la sala de partos se cerraron tras María, James se sentó cerca, con la mente llena de pensamientos. Intentó concentrarse en las palabras tranquilizadoras de la enfermera, aferrándose a la esperanza de que pronto conocería a su hijo y vería a María sana y sonriente. La espera era angustiosa, cada minuto se alargaba, pero James se aferraba a la creencia de que al final todo saldría bien.