Claire y Riley fueron los siguientes. Su startup apareció en Forbes, TechCrunch y podcasts con nombres como FoundHer. Claire codificó. Riley lanzó. Sus fotos eran nítidas: blazers, carteles de neón, selfies en el horizonte. En una de sus publicaciones se leía: «Construido desde cero. Nadie nos regaló nada» Debajo, mil «me gusta» y dos agudos comentarios de Lucy.
Parecían invencibles. Como chicas que habían aprendido a ser de acero. Justin vio un clip de Riley en el escenario, diciendo: «Nuestra empresa empezó con la escasez» Claire no hablaba mucho, pero su mirada en cada imagen era fría y deliberada. Rodeó el nombre de Claire con un signo de interrogación. A Riley lo dejó en blanco.