Tuvo 12 hijos y su marido la abandonó, mira cómo lucen 27 años después

Había querido un hijo, no sólo un niño, sino un espejo al que pudiera sacarle brillo. Un niño al que sacar de los escombros de su propia infancia herida, al que criar con dulzura donde él había conocido la rabia. Pero en lugar de eso, se lo había tragado una vida que nunca imaginó: fiestas del té, calcetines con volantes, un coro de vocecitas que parecían irritarle. En algún momento entre el segundo y el quinto embarazo, el sueño había cuajado.

Lo que más le asustaba no era el ruido ni las facturas, sino la aterradora certeza de que había llegado el momento. Que pasaría el resto de su vida trabajando para una vida que no había elegido. Y así, a los veintinueve años, se eligió a sí mismo.